Tradición familiar
La salchicha roja danesa no es algo actual, se lleva consumiendo desde el siglo XIX en países como Austria o Alemania. Dicen que el emperador Francisco I las tomaba todos los días en el desayuno o que era uno de los platos favoritos del mismísimo Johann Strauss.
Y no es para menos, nadie le puede decir que no a un rico “perrito caliente”.
Pero, ¿Porqué fabricamos productos escandinavos en Canarias?
El clima es la explicación, aunque nada tenga que ver con el de estos países.
En los años 60, y debido al boom del turismo escandinavo que sufrieron las Islas, el Sr. Arne Kjaerulff junto a su hijo Steen, decidieron abrir una fábrica de embutido danés para satisfacer a este público que venía en busca de buen tiempo. También importaban productos que ellos consumían en sus países.
Todos los empleados de la fábrica eran canarios y, en su mayoría de una misma familia: la familia Cabrera.
La aceptación del producto en Canarias fue espectacular consiguiendo, incluso, que el público canario aceptara los productos como suyos propios.
Pero, en 1993 y tras la muerte del Sr. Arne, su hijo Steen decide volver a su país y traspasar la fábrica a los propios empleados, los Cabrera. Quién mejor que ellos para seguir con la fábrica.
¿Quienes son los cabrera?
La familia Cabrera, naturales de Tejeda, uno de los pueblos más bonitos de España, tomó el mando de la fábrica con el Sr. Julio Cabrera como gerente y su tío Orlando Cabrera como socio principal.
No solo consiguieron seguir los pasos del Sr. Steen, sino que hicieron que la empresa creciera aún más siendo un referente en las Islas Canarias.
¿Y ahora?
Actualmente, Julio sigue al mando y una nueva generación llega pisando fuerte adaptando la fábrica a los nuevos tiempos.
Seguimos con nuestra filosofía: un trato cercano y flexible con nuestros clientes, con una experiencia en el sector muy notable, aportando confianza y, sobre todo, manteniendo la calidad.